Resemantizar, reciclar objetos del entorno, que se encuentran al alcance. Tales como televisores, bolsas de residuo, retazos de telas, etc. Con algunos objetos realizo simplemente juegos estéticos, incluyendo algo de ironía en relación a su funcionalidad; banalizándolos, sacándolos del contexto usual. Jugando con materiales, colores y texturas; explorando las posibilidades plásticas de cada uno.

En otros casos hay una crítica particular a los usos y significados de los objetos en el mundo cotidiano (especialmente la televisión).

Otras obras comprenden conceptos relacionados con una visión mas espiritual de la vida y del mundo; tratando de concebir nuestra existencia como un Todo unificado, en el que todas las partes tienen efectos en esa trama cósmica; aquí también he incorporado algunos conceptos sobre la física cuántica, que nos habla de que todo en este mundo se constituye de lo mismo y que la separación de las cosas es ilusoria. Están en nuestra mente las posibilidades de cambio.

En el caso de “mercado de frutos”, es una obra destinada a poner en evidencia que el artista como “artista” quiere y pretende vender su obra, y también que la obra puede pasar desapercibida en el mundo cotidiano siendo un objeto de uso

común, como un monedero.

Es preguntar y volver a preguntar sobre el mundo, la existencia, el arte y de algún modo expresarlo en un lenguaje visual.